Alonso Pérez de Guzmán, más conocido como Guzmán el Bueno fue un militar y noble, fundador de la casa de Medina Sidonia y Primer Señor de SANlucar
Llamado por Sancho IV de Castilla, quien quería aprovechar su conocimiento y relaciones con los musulmanes en su lucha contra los benimerines por el control del estrecho de Gibraltar, Guzmán regresó a Castilla en 1291, y un año después participó en la conquista castellana de Tarifa, plaza de la que fue nombrado alcaide (1293).
Como alcaide de Tarifa, Alonso Pérez de Guzmán se distinguió en la defensa de la ciudad frente al asedio a que la sometió el sultán benimerín Ibn Ya’qub (o Abenjacob), al que se había unido el hermano del rey, el traidor infante Juan. Ante la inminente llegada de una flota aragonesa para romper el cerco, el sultán Abenjacob y el infante Juan quisieron acelerar la rendición de la plaza capturando al hijo de Guzmán y amenazando con matarle si el alcaide no rendía Tarifa; según la leyenda, Guzmán no sólo no se rindió, sino que lanzó a los sitiadores su propio puñal para que cumplieran su amenaza, gesto heroico que le valió el sobrenombre de el Bueno (1294).
El hijo de Guzmán fue, efectivamente, asesinado, pero el asedio fracasó y hubo de ser levantado enseguida. Guzmán el Bueno continuó combatiendo en Andalucía contra los musulmanes, hasta que halló la muerte en la Serranía de Ronda.