El lagar, según la RAE es el «recipiente donde se pisa la uva, se prensa la aceituna o se machaca la manzana para obtener el mosto, el aceite o la sidra».
Podemos encontrar este artilugio en las distintas bodegas de Andalucía en las que se elabora muy buen vino en sus distintas modalidades y denominaciones de orígen.