La soleá es uno de los palos del flamenco. En el flamenco, a cada estilo diferente se le denomina “palo”.
Su nombre proviene de soledad, de ahí soleá. Hay quienes creen que soleá hace referencia al sentimiento de este cante flamenco (canto de soledad) y otros lo vinculan con el solear de aceitunas o tonada del soleo, aludiendo al lugar donde los gitanos aceituneros trabajan y cantaban para aliviar la jornada.
La interpretación del cante por soleá lleva acompañamiento de guitarra y palmas.
El baile de la soleá es uno de los más bonitos del flamenco. Suele ejecutarlo una bailaora en solitario y es una interpretación muy expresiva. Un momento idóneo para el lucimiento de la artista. Los movimientos de manos, de brazos, de cuerpo, los quiebros de cintura y los contoneos de caderas suelen acompañarse de zapateado y los desplantes de la bailaora durante su ejecución.
Fuente: cunadelflamenco.com
Foto: Hernán Piñera (Flickr)